Retornando a la espontaneidad...

Recordar los sueños de la infancia, lo real, lo verdadero, sentimientos casi libres de factores externos, sensaciones nuevas a cada paso. Aquellas tardes en las que revisamos los baúles de recuerdos y encontramos aquel que creíamos perdido. Ese instante que lo hubiera cambiado todo. Pero lo que debe ser será, volveremos a nuestros sueños finalmente, y frente a ellos en ese momento recordaremos, tendremos que decidir seguirlos o darles la espalda. Recuerdo hoy a esa niña de apenas 4 años de edad, sentada detrás de la puerta escuchando el piano, desesperada por escabullirse dentro para tocar sus teclas. Nuestro inconsciente guarda llaves a ciertos momentos de nuestra vida, se esconden en olores, sabores, sonidos, algunas texturas, se abren puertas o pequeñas ventanas a aquellos instantes en los que podríamos haber tomado otro camino, pero aunque intentamos forzarlo, no pudo ser. Las bifurcaciones nos llevaron a otro presente, el nuestro, que nos prepara para un futuro que decidimos en el hoy con lo aprendido en el ayer, entendemos que hay cosas que no estamos dispuestos a dejar en el camino y otras que no vale la pena llevar con nosotros. Retomamos nuestros sueños con otra fuerza, y entendemos que lo que debe ser será. Que nunca es tarde para reencontrarnos con los buenos sentimientos y cuando vemos esas señales, nos aferramos a nuestros sueños tan fuerte que sentimos que se van grabando en nuestra piel, la mas dulce de las lagrimas parece querer asomarse en unos ojos que se cristalizan desbocados por emociones que se renuevan. Música, he de darle gracias a quien te trajera de vuelta a mi vida, quien me quitara los velos del rostro. Música que llegó de la mano de un piano detrás de una puerta, en tiempos en los que la espontaneidad no era difícil de encontrar. Por momentos siento que deberíamos visitar a ese pequeño que fuimos y charlar con él, aprender o recordar desde su espontaneidad, tal vez así podríamos enfrentar ciertas situaciones con menos silencios y mas palabras precisas, tal vez así dejaríamos de especular con lo que no fue dicho o con lo que se dijo a medias. Vivir y arriesgarnos, aunque erremos, aprender a perdonar incluso a nosotros mismos. Retomemos el camino, ese que nos hace bien.

Los que están en el ya saben como es, verdad? :)

Foto: Tira de Enriqueta por Liniers. Nada mas espontaneo, donde todo comienza :)